Habitación de Haru

La habitación del Capitán, es sólamente accesible desde su despacho, a través de una trampilla ubicada en el techo sobre la silla de su escritorio, como si de un sótano se tratase.

A diferencia de los lujos que su despacho muestra, su habitación es de por sí bastante sencilla, pero no por eso menos hermosa. Una gran cama sobre el suelo y una estantería, considerablemente más pequeña que las bibliotecas del despacho, con los libros que el Capitán consideraba "especiales", eran los únicos muebles con los que su habitación contaba.
Sobre la parte descubierta de las paredes, podía observarse una bella pintura realizada por el mismo capitán, que constaba del espíritu de su zampakutoh, chishiki, recostada sobre una gran roca cubierta de enredaderas, ubicada en el centro de un lago. Una noche estrellada, con la hermosa luna llena sobre el espíritu, creaban el perfecto fondo del dibujo, mientras que el viento dibujado en tenues ondas grices, daba una dulce sensación de calma al centro del dibujo, a diferencia del horizonte en el cual se podía ver un bosque incendiándose.

Aquel dibujo hacía parecer que realmente la habitación se encontrase en aquel sitio, y la explicación era algo que se ataba a los pensamientos de Haru respecto al mundo. Para él existían cinco sabios que eran los portadores de toda la sabiduría: La luna, la naturaleza (representada con las enredaderas), el fuego (el horizonte en llamas), el agua (el lago) y el viento. Dejando al espíritu de su zampakutoh descansar entre todo ellos, llenándola de su sabiduría.

Finalmente, luego de aquel dibujo que cubría las paredes, el techo de la habitación es completamente de vidrio, lo cual permite una bella vista del cielo, y de la luna, uno de los sabios en los que Haru más confiaba.